Jornada electoral, ¿qué nos depara en cultura?
Los candidatos carecieron de propuestas sobre gestión cultural
Maurice Cazorla Murillo
EL FULGOR.com
ORURO
La jornada del 7 de marzo, nos tocó vivir un proceso eleccionario para nuestras autoridades locales, bastante entusiasmo de parte de los candidatos, incluyendo alianzas pre electorales para lograr alcanzar la mayoría de espacios tanto en el gobierno municipal como en el gobierno departamental.
Nuestra gran interrogante y a la vez inquietud desde este espacio es ¿qué pasara con la cultura? Hemos visto muy poco en las propuestas electorales que realmente dediquen no sólo presupuesto, sino un “esfuerzo” para entender lo que es cultural, lamentablemente en ninguno de los casos encontramos lo que significa la Gestión Cultural, ni siquiera la entendieron.
Debemos reconocer que en las campañas se presentaron propuestas que prometían “cielo y tierra” en todos los aspectos, especialmente obras por acá y por allá, pero en el tema de desarrollo humano no vimos alguna que hable de la reducción de la violencia, el abandono de niños, niñas y adolescentes, atención en salud a enfermedades complicadas como el cáncer. Tal parece que la construcción de “hospitales” es parte de la línea principal de las propuestas, pero no se piensa en los especialistas que se requieren.
En el ámbito cultural, todos hablaron del Carnaval, de promover internacionalmente, sin embargo, nadie habló de la Fe que mueve a todos los devotos que acuden al Santuario, ahora podemos entender cuál es la prioridad de quienes lleguen a ser autoridad.
En un breve repaso a la cultura y aquellas demandas para nuestro municipio solamente, citamos al Teatro Nacional de Oruro aun sin concluir. Pudimos aprovechar en su diseño de la experiencia de Sidney o del teatro de la ópera del lago Bregenzer Festpiele; en Oruro tenemos impresionante inspiración para la arquitectura y nos conformamos con un horrible acabado en techo de galpón.
Para acotación, existe la composición de una puesta en escena de la Diablada para la ópera denominada “Los Infames” compuesta por el finado Maestro orureño Gonzalo Mújica Zabalaga; sin embargo, en Bolivia lamentablemente carecemos de un escenario específico de Teatro de Ópera que implica un escenario y foso de orquesta, por lo menos en esta generación no tendremos la oportunidad de apreciar esta magnífica obra, solo en grandes capitales que tienen un escenario para la puesta en escena podrían presentarla.
La cultura es fundamental en cada sociedad
Pudimos haber sido parte de esa red de las grandes capitales que tienen un Teatro de Ópera como el Teatro Di San Carlo en Nápoles, el de Metz en Francia; Varsovia en Polonia o el Teatro de la Corte en Viena, para citar algunos.
La ciudad dejo de conservar edificaciones que eran parte de diferentes periodos de la historia en el llamado “casco viejo”: fachadas, construcciones y espacios históricos; nos conformamos con verlas caer ante la indestructible obra del mentado “progreso”. En las “Rutas de la Medianoche”, nos acostumbramos a contar: “en este lugar antes hubo y ahora no existe”, ejemplos como la casa de Endeiza, el balcón del Libertador Simón Bolívar, la Recova, la Iglesia de San Agustín, la Iglesia de la Vicaría, el Ayuntamiento, la casa de los Rodríguez, sólo para mencionar algunos.
Incluso, hasta alguno de los candidatos se atrevió a afirmar que eliminaría la estación de Trenes, para abrir calles; de esta manera, entendemos que la prioridad en aquella propuesta está la circulación de motorizados cuyos únicos beneficiarios es el deficiente servicio urbano con todas sus incomodidades y no así el peatón.
Por esta contradicción, se acusó al autor de estas líneas de “retrograda” por frenar el progreso, sin embargo, en grandes capitales del mundo la estación de trenes se encuentra en pleno centro, o habrá que recordar lo que paso con la Estación Central de Nueva York cuando quisieron trasladarla de la misma manera para seguir con el mal llamado “progreso”. El desarrollo no sólo está en la cantidad de cemento que colocamos a una ciudad, sino en la calidad de vida de sus habitantes, y esto tiene que ver con su historia y su expansión cultural.
Ante una realidad de la pandemia la formación educativa en escuelas y colegios se concentró en clases virtuales, no hemos visto ninguna propuesta al respecto, sólo pudimos ver debate sobre el “desayuno escolar”, entendiendo que esta es la solución a la educación. Esperaba más en el ámbito educativo, pero nuestra realidad seguirá formando mediocres, basta ver redacción sin sintaxis y faltas de ortografía en los distinguidos profesionales de estas tiendas políticas para dar un ejemplo.
Se prohibió la concentración en la Entrada del Carnaval, las autoridades responsables en el marco de la Ley 602 asumieron con responsabilidad el cuidado de los danzarines y se coordinó con el Obispado de Oruro la misa virtual; sin embargo, los cierres de campaña incluyeron recorridos por las calles con fuerte música, y además con consumo de bebidas alcohólicas a lo largo de su improvisado recorrido y vulnerando normas sanitarias y además la prohibición de concentraciones masivas.
Estas actitudes nos demuestran cómo será la administración cultural, por encima de la seguridad y por encima de la norma, aunque a esto ya están acostumbrados. Considero que nuestro futuro en el ámbito cultural, con toda honestidad desde estas líneas puedo decir que será incierto. Ojalá y nos equivoquemos.