Ley Municipal del Uso del Barbijo sigue vigente pero no se hace respetar
Algunas personas ya caminan sin utilizar el barbijo
La presencia de la quinta ola de la pandemia de la Covid 19 en Oruro es evidente, cuando el incremento de casos se registra cada día, pero las autoridades no actúan como en anteriores fases de la pandemia, pese a que ya existen normativas como la Ley Municipal Nº 097 del Uso Obligatorio de Barbijos como Medida de Prevención, misma que el Ejecutivo Municipal no hace respetar.
Según registros del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO), la Ley 097 tiene como fecha de promulgación el 29 de diciembre de 2020, la misma que determina sanciones según un reglamento, que son de tipo administrativo, pecuniario y de prestación de trabajo comunitario, y los encargados de hacer cumplir la normativa es el Ejecutivo mediante la Guardia Municipal.
Pero como explicó el vicepresidente del Concejo Municipal de Oruro (CMO), Samuel Mendizábal, el ente legislativo emitió varias normativas, mismas que deben ser de cumplimiento estricto, porque no vale de nada emitir leyes si no se hacen respetar, asegurando que de no ser así, sería incumplimiento de deberes del alcalde de Oruro, Adhemar Wilcarani.
Samuel Mendizábal, vicepresidente del Concejo Municipal de Oruro
“Si no tenemos un ejecutivo que hagan cumplir una normativa, son varias normativas y varias que han salido esta gestión, la gestión pasada y de las ex autoridades concejales, entonces agarrar esto y es en beneficio de la población, estamos llegando a la quinta ola y la población no usa el barbijo, hay una normativa que se tiene que cumplir, y quien debe hacer cumplir es el alcalde (Adhemar Wilcarani) con sus funcionarios”, refirió Mendizábal.
En el mismo centro de la ciudad de Oruro, donde se registra el mayor número de concentraciones de personas por las entidades que funcionan en el sector, se observa que ya no utilizan el barbijo, peor aún, en los vehículos del transporte público, ya no se puede apreciar a los conductores que hagan respetar el uso, pese a que es un espacio cerrado y las movilidades se ven saturadas en horas determinadas.