Reflexiones sobre el Día del Mar
Tropas del Ejército de Chile en Antofagasta
Maurice Cazorla Murillo
EL FULGOR.com
ORURO
Año tras año el 23 de marzo celebramos el esperado Día del Mar, en el cual se pone de manifiesto nuestro sentimiento de reivindicación hacia el territorio perdido producto de la derrota que Bolivia tuvo con Chile en la guerra del Pacifico hace 140 años.
La invasión de Antofagasta del 14 de febrero, nos enseña que el Estado poco atendió las regiones más alejadas, más aún cuando la presencia extranjera era mayor a la población boliviana particularmente en las costas del Pacífico, lo cual permitió un fácil avance del ejército chileno.
Si bien el desembarco en las playas de Antofagasta no se disparó un solo tiro, se mandaron comunicaciones de parte del Ejército chileno al Prefecto Severino Zapata intimando entregar la plaza; pensando que tendría el auxilio necesario con la población civil se dio cuenta que apenas contaba con unos cuantos gendarmes y funcionarios públicos. Por ello, el desembarco en Antofagasta fue más un desfile de tropas chilenas, mientras los demás se retiraban hacia Cobija para ser embarcados por mar hacia Arica.
En el caso de Calama, se encontraban allí algunos que habían logrado evadirse de Antofagasta, entre ellos Rodolfo Soria Galvarro y algunos más como el Prefecto Zapata. Se dio aviso al gobierno central, pero lamentablemente no se pudo organizar las fuerzas.
Sobre este aspecto, se ha discutido mucho sobre el famoso mensaje que no se quiso hacer conocer por la temporada de Carnaval, hecho que se evidencio que no fue así. El hecho puede ser comparado con nuestro contexto actual. ¿Podríamos suspender la entrada de Carnaval por algún motivo?, los acontecimientos en el pasado pueden evidenciar que eso no fue posible, y más que una decisión del gobierno, fue la actitud del pueblo que prefirió seguir en sus actividades tradicionales.
El otro aspecto, no haber enviado tropas de auxilio a Calama de parte del gobierno, si es una negligencia, acción realizada a propósito, porque allí se encontraba como comandante civil el Doctor Ladislao Cabrera. Existía la susceptibilidad de que, si enviaba tropas, estas se volcarían contra el gobierno y como el siglo XIX eran muy frecuentes los levantamientos, podía avanzar sobre la capital y deponer al General Hilarión Daza, todos los gobiernos sentían alta susceptibilidad de los rivales políticos.
Ocupación de Antofagasta
Este último es un aspecto poco estudiado en el contexto de la Guerra del Pacífico y uno de los tantos factores que nos llevaron a la derrota.
El enfrentamiento en Calama aquel lejano 23 de marzo de 1879, se produjo entre el ejército chileno y los civiles que la defendían. Fue el primer enfrentamiento armado de Chile contra Bolivia. La ciudad que pertenecía a la jurisdicción provincial de San Pedro de Atacama, fue atraída por los chilenos, quienes se acercaron al altiplano para arriesgarse a tomar Calama.
El resultado fue, que hasta ahora aquella región mantiene el estado chileno con los yacimientos de cobre de Chuquicamata. Si la guerra solo fue del guano y el salitre, hubiese terminado en las costas, pero se adentraron para lograr este objetivo, además sabiendo que el gobierno boliviano no había enviado tropas de refuerzo a aquellas lejanas regiones. Chile conocía más de nuestras riquezas que nosotros mismos.
Chile, no avanzó más, aunque se conocen enfrentamientos como Rio Grande e incursiones como San Pedro de Quemez en el actual departamento de Potosí. Estos últimos muy poco estudiados y nos concentramos más en las acciones donde participaron los militares con actos de alto heroísmo como en Pisagua, San Francisco o el Alto de la Alianza; dejando de lado incluso la acción donde los mismos indígenas de esas regiones tuvieron que asumir desprovistos de armamento y de apoyo del Estado la defensa del territorio. Son otros capítulos que valen la pena estudiarlo para las siguientes generaciones.
¿Que nos deja el 23 de marzo?, de manera subjetiva para el autor de estas líneas: sentimientos chovinistas. Debíamos ser críticos de nuestra propia historia y no repetir los errores del pasado. Desfiles rimbombantes, entonación de himnos y hasta anacronismos históricos que comenzaron a desarrollarse a partir de la década de los años sesenta cuando se interrumpieron las relaciones diplomáticas con Chile producto de la desviación del Rio Lauca, motivaron a generar mitos que a la postre se convirtieron en verdades absolutas.
A partir de allí se escribió otra historia, aquella que hubiésemos querido que sea y no la que realmente debe estudiarse para ser críticos y no volver a cometer los mismos errores del
pasado.
Ejército de Bolivia