El arrepentimiento de Mbappé ya no vale
El arrepentimiento va con la condición humana. Es más, el que falla, se equivoca y lo reconoce es digno de destacar. No todo el mundo es capaz de hacerlo y de asumir situaciones que por una causa u otra terminan superando cualquiera. Kylian Mbappérecibió todo tipo de presiones durante los primeros meses de 2022 con el fin de que renovará contrato con el PSG. A cambio, es cierto, de muchísimo dinero, pero se vuelve a demostrar que no todo se cuantifica con billetes y la felicidad es uno de esos intangibles que, a diferencia del dinero, no se pueden contar.
Mbappé no ha pasado un verano fácil. Las presiones del PSG, otra vez, le colocaron en la situación de tener que elegir y lo que hizo el francés no fue otra cosa que mantenerse firme en su idea de no renovar contrato.Su idea sigue siendo salir en el verano de 2024, pero es mucho decir con él y su entorno de por medio. La realidad es que se ha encontrado en la presente con un escenario muy alejado de lo deseado. Nada parece ser como había imaginado en el momento de la renovación de contrato en el mes de mayo de 2022.
Una de las cosas que ha aprendido el Real Madrid y sus dirigentes en los últimos años es que no deben hipotecar a nada, ni a nadie su futuro deportivo. Lo ha hecho jugadores en activo con el cartel de leyendas colgado del pecho y lo ha hecho también con técnicos.Ahora tienen muy clara la línea a seguir y esa no va a depender ni de Mbappé, ni de Haaland.
El club blanco tiene claro lo que debe hacer en los próximos meses tras analizar todo lo que está sucediendo en el equipo de Ancelotti, pero siempre teniendo claro que en estos momentos tanto Bellingham como Vinicius son las referencias del equipo. La entidad madridista siempre ha presumido o por lo menos en las últimas décadas de tener a los mejores jugador del mundo y en estos momentos creen y mantienen que en la plantilla que a diario trabaja en Valdebebas, hay dos de ellos como poco: Vinicius y Bellingham.
El brasileño ya estaba y todo el mundo ya sabía de lo que era capaz de hacer. La apuesta del club y la del ex del Borussia Dortmundha superado todas las expectativas. No sería justo decir que ha ocupado el lugar que estaba reservado para Mbappé, pero el inglés ha puesto a todo el mundo de acuerdo. Enemigos y amigos. Ha caído de pie en la entidad, en el vestuario y entre los aficionados y en el Real Madrid no quieren que nada ni nadie pueda en enturbiar su situación.
El Real Madrid, en los próximos meses se va a limitar a analizar y no será hasta el 1 de enero cuando pase la acción, es decir, si es posible intentar una aventura que ahora mismo parece lejana. Mientras eso llega, el PSG sigue a lo suyo, intentando convencer al jugador de lo mucho y bueno que tiene en París, algo que no parece convencer a Mbappé, pero ya saben...