

Planta de Tratamiento de Aguas Servidas, muy cerca está junto al lago Uru Uru
Con todos los problemas que vivimos, pareciera que olvidamos los problemas ambientales. Sin embargo, éstos siguen haciendo estragos, ya que no se han solucionado; lo peor es que ni siquiera están en proceso de resolución. Recordamos los más importantes: la disminución del agua del lago Poopó, las aguas ácidas de la mina San José y de la mina Huanuni, la colmatación de la represa de Tacagua, las aguas servidas de la ciudad de Oruro… podríamos continuar enumerando, pero analizaremos los mencionados.
Si bien las lluvias fueron abundantes este año, eso no solucionó los problemas del lago Poopó, que tienen que ver con la drástica disminución del volumen de agua, la sedimentación del vaso, la presencia de metales pesados en el agua, suelos, sedimentos y flora, así como la pérdida de la avifauna del lago y el peligro de extinción del milenario pueblo Uru. ¿Por qué? Porque lamentablemente no se ha solucionado el problema del dique de colas de la Empresa Minera Huanuni; no se regula el uso del río Desaguadero, cuyas aguas son desviadas para riego y microriego; el caudal del río Mauri es mínimo, sin que la Cancillería haya realizado ninguna gestión ante la República del Perú; las empresas mineras siguen operando sin tratar sus pasivos ambientales, y el cambio climático está más presente que nunca.
En referencia a la mina San José, las aguas ácidas bombeadas del interior mina siguen fluyendo por la ciudad de Oruro. No se conocen los resultados de la canalización ni algún proyecto que garantice su tratamiento. Es más, en la última inspección realizada hacia el cerro Santa Bárbara, se ha advertido que las actividades mineras en el radio urbano se han extendido, sin respetar siquiera que la zona está declarada como área protegida.
Mujeres son de la Junta Vecinal Socavón II
Uno de los emblemas del departamento de Oruro es la represa Tacagua, que almacena una inmensa cantidad de agua usada para riego y para la crianza de ganado vacuno en la provincia Abaroa. Se sabe que, después de más de cincuenta años, esa represa se ha ido colmatando con sedimento arrastrado desde las serranías. Lo preocupante es que esta colmatación habría sobrepasado el 50 % de su capacidad de almacenamiento. El dragado, que sería la solución, aún no se ha considerado, perjudicando a toda una región que vive de la ganadería.
Las aguas servidas de la ciudad de Oruro son un problema creciente, producto de la expansión de urbanizaciones más allá de la Circunvalación. Se estimaba un caudal de 200 litros por segundo, cifra que ha aumentado considerablemente. Lo preocupante es que la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas no tiene un funcionamiento continuo ni eficiente. Prueba de ello es el lago Uru Uru, lleno de aguas servidas en su lado derecho, y los olores nauseabundos que se sienten al atardecer. Lo curioso es que el crecimiento urbano de la ciudad ya alcanza el lago Uru Uru, sin que exista regulación alguna al respecto.
Otro problema grave proviene de la expansión minera, cuyas operaciones se han abierto en sectores con alto potencial para la ganadería de camélidos como Turco, Choquecota, Corque, Curahuara de Carangas, Salinas de Garci Mendoza, entre otros, donde la población ha vivido y vive de la actividad ganadera, y pretende industrializar la carne de llama para exportar. Sin embargo, las autoridades nacionales profundizan políticas de expansión minera y amplían sus acciones en estos lugares con alto valor productivo ganadero.
Si seguimos hablando de minería, no olvidemos a la empresa estatal Huanuni. Después de 16 años de haberse acordado la construcción del dique de colas en Wilacollo para el tratamiento de sus aguas residuales, esta infraestructura ha quedado como un elefante blanco por su falta de funcionamiento. Otro engaño más a las 90 comunidades afectadas por la contaminación, ahora agrupadas en la CORIDUP.
Hace cinco años, los candidatos a primer senador por Oruro, de diferentes partidos políticos, se comprometieron a apoyar la resolución de estos y otros problemas. Incluso firmaron un acta de compromiso delante del pueblo, promesas de las que no se conoce gestión alguna para su cumplimiento.
Huanuni tiene un alto índice de contaminación
Seguramente, en las próximas elecciones, los candidatos a senadores y diputados prometerán todo con tal de conseguir el apoyo de la población, para luego olvidarlo y priorizar otros intereses políticos. Por eso, es importante exigir la rendición de informes y resultados de sus actividades a dichos servidores públicos.
Así recordamos este día, tan importante para el ambiente y esencialmente para la humanidad. Observamos cada día cómo se va deteriorando nuestro entorno sin que las autoridades competentes hagan nada, mientras nosotros somos cómplices por dejar pasar y normalizar estos impactos ambientales.
Por Norma Mollo Mollo
Periodista e investigadora ambiental
CEPA - LIDEMA
EL FULGOR.com es un periódico digital que practica un periodismo para todos, sin exclusiones. En nuestras páginas tienen cabida todas las expresiones políticas, sociales y culturales. Nuestra meta, reflejar la realidad nacional y especialmente la regional y local.
Somos un medio de comunicación al servicio de los intereses de nuestra comunidad a quien nos debemos. Nacemos en Oruro, cuna de preclaros periodistas que nos dieron con su trabajo responsable un ejemplo a seguir.