Autoridades originarias niegan tortura a familia acusada de robo
Alberto Ortega junto a otras autoridades originarias dieron su versión
Las autoridades originarias de la comunidad de Pongo Queñuani niegan haber torturado a una mujer y sus dos hijos, como denunciaron hace algunos días, y más bien sostienen que el hijo mayor aceptó su culpa de haber sustraído 20 mil bolivianos de la vivienda de uno de los comunarios.
El pasado miércoles una mamá y sus dos hijos denunciaron a las autoridades comunarias de haberlos torturado; la señora presuntamente fue sometida a agresiones sexuales, su hijo mayor de 19 años de edad a toques eléctricos y el menor de 14 años, fue encerrado y sometido a ultrajes.
La autoridad originaria Alberto Ortega Ventura, junto a otras autoridades, llegaron hasta la ciudad, para desmentir la versión de la familia, y señaló que en ningún momento la señora fue castigada por los varones, sino fueron las autoridades mujeres las que aplicaron justicia comunitaria con ella, también dijo que fue el hijo mayor que confesó haber sustraído el dinero de la vivienda de uno de los comunarios y que lo había entregado a
En cuanto al menor de edad indicaron que por su condición más bien recibió un trato diferente, de mayor consideración, que incluso personeros de la Defensoría lo corroboraron.
Las autoridades también indicaron que, si al principio el acusado de robar el dinero mintió, fue porque él mismo confesó que estaba amenazado de muerte por una persona para la que trabaja. Según las declaraciones de las autoridades, el joven indicó que está involucrado en una especie de grupo liderado por el dueño de una ferretería de Colquiri, quien es el que ordenaría el robo en los domicilios de los comunarios.
Este conflicto ya es investigado por las autoridades judiciales orureñas donde se denunció los presuntos ultrajes y donde las autoridades originarias acudieron para desvirtuar esa versión.