Investigación muestra que Bolivia es un país violento con las mujeres más que con el resto de la población
Foto: Portada del libro «Sobreviviendo a la violencia feminicida»
Fuente:Sumando Voces
“Bolivia no es el país más violento (de la región), pero de manera particular es un país violento con las mujeres”. Esa afirmación corresponde a la investigadora social Marlene Choque, quien llegó a esa conclusión en su libro titulado “Sobreviviendo a la violencia feminicida”, que fue presentado este mes en La Paz.
Para hacer esa afirmación, Choque hizo un cruce de fuentes para comparar el índice de homicidios con el índice de feminicidios por cada 500 mil habitantes.
La conclusión es que en Sudamérica, Bolivia encabeza la lista de países con más alto índice de feminicidios, pero en violencia homicida ocupa el séptimo lugar. En cambio en Latinoamérica, lo que incluye Centroamérica, Bolivia ocupa el tercer lugar en violencia feminicida, después de Honduras, República Dominicana y El Salvador.
Normalmente, los índices se miden sobre 100 mil habitantes, pero Choque hizo una medición sobre 500 mil habitantes para poder mostrar el índice de violencia feminicida Vs la violencia homicida.
La conclusión es que en Sudamérica, Bolivia tiene 10 feminicidios por cada 500 mil habitantes y sólo 6,2 homicidios por cada 500 mil habitantes. Esto muestra que el índice feminicida es superior al índice homicida.
El siguiente país en la tabla es Brasil, que tiene 8 feminicidios por cada 500 mil habitantes, y 27,4 homicidios por cada 500 mil habitantes. Luego aparece México, con 7 feminicidios por cada 500 mil habitantes y 29,1 homicidios por cada 500 mil. En los siguientes países se mantiene esta relación, es decir, más homicidios que feminicidios, con la excepción de Bolivia en Sudamérica.
En declaraciones a Sumando Voces, Choque explicó que “los países de la región siempre tienen su tasa de homicidio más alta que la de feminicidio, Bolivia es el único caso inverso”.
Según datos oficiales, en lo que va de esta gestión se registraron 58 feminicidios en Bolivia. Los más recientes ocurrieron la semana pasada, uno de ellos en Caranavi y otro en Oruro.
Marlene M.CH., que era cantante y presentadora de televisión en Caranavi, fue victimada por su expareja, quien se encuentra en la cárcel con detención preventiva. Entre tanto, María E.R.C. era una joven de 21 años, de Oruro, donde fue asesinada por su pareja, un hombre de 18 años.
Tanto Marlene como María habían denunciado violencia de parte de sus exparejas, pero no recibieron la protección necesaria y ahora están muertas.
¿Y el Estado?
Más allá del dato comparativo, la investigadora Choque explora sobre la complejidad de los feminicidios en Bolivia, los círculos, ciclos y vórtices de la violencia, así como el escalamiento de la violencia de género.
En ese marco, la autora califica a Bolivia como un estado “fetichista de la ley”, donde se hacen normativas al calor de las demandas, pero luego no se cumplen.
En el caso de la violencia hacia la mujer, las normas no garantizan políticas integrales ni recursos para la atención adecuada a las víctimas.
“El estado sigue atendiendo el problema de los efectos, no las causas”, indica Choque, quien insta a ver la violencia como un proceso que va escalando hasta llegar al feminicidio.
La especialista también repara en el hecho de que el Estado activa su atención a la víctima sólo si ésta ha sentado una denuncia, mientras tanto no le proporciona apoyo médico, psicológico ni legal.
Y cuando la denuncia se presenta, no existe empatía con las víctimas, a tal punto que pueden llegar con su caso a las 2 de la mañana y a esa hora les piden documentos y hasta fotocopias. Precisamente por eso, muchas mujeres no denuncian y los estudios que se hacen, incluyendo el de Choque, obviando la violencia machista que no llega a instancias legales.