Bolivia cerró el año 2022 con 551.491 casos de Covid-19 y 2.162 fallecidos
El ministro de Salud y Deportes, Jeyson Auza, durante su informe epidemiológico. Foto: MSyD
El Ministerio de Salud y Deportes informó este martes que en 2022 Bolivia registró 551.491 casos de Covid-19 y que 2.162 personas fallecieron víctimas de este virus que ya lleva en el país cerca de tres años, pero que gracias a la estrategia de contención la tasa de letalidad bajó 6,2% a 0,1%.
Durante el informe de la semana epidemiológica 52, con el cual se cierra el reporte de la gestión 2022, el ministro de Salud y Deportes, Jeyson Auza, precisó que, desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, hasta diciembre de 2022, se registraron 1.162.522 casos de Covid-19, de los cuales el 47,4% (551.491) corresponde al año pasado.
En tanto, que la cifra de personas fallecidas fue de 2.162, con lo cual la cantidad global de decesos, desde marzo de 2022, llegó a 22.304.
No obstante, a ello, la tasa de letalidad mostró en 2022 un descenso al pasar de 0,7%, registrada en la cuarta ola, al 0,1% en la quinta ola y en la sexta ola a la que ya ingresó el país desde diciembre de 2022.
El indicador está por debajo del 2,7%, anotado en la segunda y tercera ola, y del 6,2% de la primera ola, en 2020, cuando la única estrategia de respuesta del gobierno de facto fue el confinamiento masivo.
A escala regional, Bolivia registró la tasa de letalidad más baja en la quinta ola, respecto a naciones como Paraguay que reportó la más alta con 2,1%, seguida por Colombia con el 0,7%, Chile con 0,5%, Perú con 0,4%, Brasil con 0,3%, Uruguay con 0,2%, Venezuela con 0,2%, Argentina con 0,1% y Ecuador con 0,1%.
Auza atribuyó el indicador a la estrategia de contención que aplicó el Gobierno del presidente Luis Arce Catacora desde noviembre de 2020.
Mientras otras naciones continuaban empleando estrategias de confinamiento, en presidente sustituyó esta acción con la búsqueda activa de casos, identificación de contactos, diagnóstico precoz, aislamiento de casos activos y tratamiento temprano y oportuno para evitar la demanda de terapias intensivas.
A ello sumó la estrategia de vacunación masiva y gratuita, para el cual se adquirieron inmunizantes de Moderna, Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm, Pfizer y Janssen.
Pero “además de contar con una amplia cartera de vacunas, Bolivia fue uno de los países pioneros en realizar la intercambiabilidad en Sudamérica, más conocida como combinación de vacunas”, resaltó Auza.
Esto permitió, de acuerdo con Auza, un incremento significativo de los niveles de anticuerpos.
De manera adicional, se presentaron dos factores que también contribuyeron a controlar la pandemia. La primera fue el fortalecimiento a la respuesta inmunológica de la población.
Esto fue producto de la estrategia integral y única a nivel nacional de vacunación con la apertura de centro de vacunación masiva y la flexibilización de las medidas de restricción.
“Se generó una inmunización artificial, inmunización heteróloga, inmunización natural e inmunización híbrida, vacunados que se enfermaron y se recuperaron”, detalló Auza.
En tanto, que el segundo factor que ayudó a controlar la pandemia fue la política de descentralización de atención médica. Para ello, el Gobierno fortaleció la atención en los centros de primer nivel.
Estas medidas permitieron que Bolivia baje la cantidad de fallecidos por cada 100.000 habitantes, tomando en cuenta la quinta ola epidemiológicas en las naciones de toda la región.
En esa etapa epidemiológica, Bolivia registró 185,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes, una tasa que la ubicaron por debajo de países como Perú que registró 644,2 fallecidos, al igual que Chile (324,9), Brasil (322,0), Argentina (282,8), Colombia (273,1), Paraguay (269,6), Uruguay (216,2), Ecuador (216,2). Solo Venezuela registró la tasa más baja con 20,6.