Armada brinda seguridad en peregrinación al Santuario de Copacabana
Personal de la Armada Boliviana se moviliza para el patrullaje y control hacia Copacabana
La Armada Boliviana realiza patrullajes de control en puestos fijos y móviles en el sector lacustre, con participación de 500 efectivos del Cuarto Distrito Naval “Titicaca” para brindar seguridad a peregrinos que se movilizan a pie y en vehículos hacia el Santuario de la Virgen de Candelaria Copacabana por Semana Santa.
Con misa, con un gracias y pidiendo en oración; bienestar, salud, guía y sabiduría en el desarrollo de esta Operación de Seguridad que se brindará a cientos de peregrinos que desde la madrugada del miércoles se dirigen hacia Copacabana, se inició esta cruzada en una mezcla de fe religiosa y aventura.
“La Virgen nos ha recibido con una bendición para dar inicio a una actividad que cada año realiza la institución naval, abanderada de la reivindicación marítima. En este espejo de agua nosotros a lo largo del año brindamos seguridad”, dijo el comandante general de la Armada Boliviana, Vicealmirante Franz Pablo Valdiviezo Oña.
Efectivos militares en Copacabana
Exhortó a la población observar las medidas de bioseguridad y cumplirlas, brindar ese ambiente de seguridad para que nuestros visitantes se puedan sentir seguros y realizar sus actividades con satisfacción y evitar más contagios por el COVID-19.
Junto a su Estado Mayor Naval y autoridades del Cuarto Distrito Naval “Titicaca”, inauguró la operación, a más de 150 km de La Paz con la bendición a una columna de vehículos, cuadratracks y marineros, además de un contingente de la Policía de Navegación de la Dirección General de Capitanías de Puerto que formaron en el atrio de la Basílica, como símbolo de reverencia a la Virgen de Copacabana, pidiendo protección para la ejecución de esta tarea, a fin de concluir sin novedad.
En la conmemoración de las pascuas se mezclan las tradiciones católicas e indígenas, mientras recuerdan la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, también otros prefieren ser partícipes de una peregrinación para llegar a los pies de la virgen, en la mayoría de los casos a la Virgen de Copacabana.
Tras la bendición, los vehículos iniciaron la operación de patrullaje de seguridad, con un recorrido por calles y avenidas de la localidad de Copacabana, pidiendo a la población cumplir con las medidas de bioseguridad. Simultáneamente, las embarcaciones navegaron por el Lago Titicaca.
Recomendaron cumplir con las medidas de seguridad, tanto en el abordaje y en lanchas; llevar puesto un chaleco salvavidas, obedecer las instrucciones que le ofrezca la persona que supervise el trasbordo, no acceder a una zona de la embarcación que no esté abierta al público sin el permiso específico y, de ser preciso, sin supervisión.