APLP demanda pide proteger derechos de Carvajal y respeto a la prensa
La Asociación de Periodistas de la Paz (APLP) a través de un comunicado demandó este miércoles a autoridades nacionales que a la legítima presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, le sea permitido el ingreso a la sede de la institución para que pueda retomar sus funciones normales allí y además tenga acceso a baño y otros servicios básicos de los que toda persona debe gozar.
Rememoró que hace casi seis semanas, los grupos afines al oficialismo tomaron con violencia la sede de la APDHB, con ayuda de la Policía y, después, de la Justicia, y han impedido que Carvajal y los genuinos representantes de esa entidad puedan ingresar a la misma.
También exige a las autoridades que controlen a los grupos de choque del Movimiento Al Socialismo (MAS) y que se han apostado en la Av. 6 de Agosto de la ciudad de La Paz.
Estas personas, con sus cánticos y uso de parlantes, impidieron en horas de la noche el descanso de la señora Carvajal, ya de por sí muy precaria porque está a la intemperie, con escaso abrigo y poco alimento y agua.
De la misma manera, la Asociación de Periodistas de La Paz lamenta la violencia ejercitada por esos grupos cercanos al oficialismo y que arremetieron contra periodistas de la red Unitel y un fotoperiodista.
Según los periodistas afectados, pasadas las 19:00 del martes 11 de julio, los grupos afines al MAS se enfrentaron a quienes expresaban su apoyo a Carvajal. La tensión continuó y cerca de las 22:30 los activistas comenzaron a insultar y agredir físicamente a un equipo de prensa de UNITEL y a un fotoperiodista. También provocaron daños a sus herramientas de trabajo.
Los periodistas agredidos denunciaron intentos de robo de sus celulares y pese que había policías a pocos metros, no obtuvieron ninguna ayuda.
Estos actos antidemocráticos y violentos demuestran que las declaraciones de autoridades del Viceministerio de Comunicación, que señalan que el Gobierno respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas, no condicen con la realidad.