Contexto del proceso de Independencia de Bolivia
Simón Bolívar y Antonio José de Sucre
Por Maurice Cazorla Murillo
Este año que celebramos el centésimo nonagésimo sexto aniversario de la Independencia de nuestro país, nos invita a rememorar aquella secuencia cronológica que nos traslada al génesis de la Guerra de Independencia en el año de 1809 con los acontecimientos de Chuquisaca y La Paz.
En nuestro este caso, consideramos apropiado compartir algunas percepciones para comprender lo que sucedió contextualmente en nuestro continente, para ello, permítasenos este pequeño ensayo histórico.
Tomamos la palabra del cronista español Mariano Torrente: la historia de emancipación de las naciones americanas no comienza el año de 1809 sino desde el levantamiento de Tupac Amaru de 1781. En el caso local, es necesario incluir en este proceso histórico la revolución develada de Juan Vélez de Córdoba en el año de 1739 que redactó un documento único en su género y con principios muy importantes entre ellos instaurar un gobierno diferente al de España que paralelamente se encontraba también en crisis luego que el último Rey de los Austria Carlos II no dejó descendencia y se produjo una guerra de sucesión para consolidar el reinado de Felipe V.
La independencia de las colonias británicas en 1776, la revolución francesa en 1789; promovió una influencia para eliminar el absolutismo en Europa y generó ideas liberales nacidas en estos movimientos promoviendo un nuevo proceso de pensamiento en algunas naciones de América como también dentro España.
En nuestro contexto, la Academia Carolina fue también el centro de discusiones de lo sucedido en el mundo de aquel tiempo, promovido también por el aporte de importantes estudios como el pensamiento del sacerdote Jesuita Francisco Suarez que, si bien fue desarrollada a finales del siglo XVI, tomó actualidad a inicios del siglo XIX cuando se revisaron sus estudios políticos y comenzaron a cuestionar la posición del soberano y su pueblo.
Instituciones coloniales como la mita, la encomienda, el tributo, el reparto, etc.; generaban descontento entre criollos y mestizos, con peores tratos a los indígenas. El cacicazgo fue parte del proceso colonial y que subsistió hasta el siglo veinte.
La expresión “guerra de Independencia” fue desarrollada en España, que se inicia el 2 de mayo de 1808, cuando el pueblo de Madrid inició una lucha contra las tropas napoleónicas que ocupaban España.
Una serie de acontecimientos violentos que fuera de enfrentarse con las tropas francesas, enfrentó a las dos “Españas”, en primera instancia aquellos influidos por los ilustrados que se convirtieron en “afrancesados” y que defendían la presencia de las tropas Napoleónicas en España y por otra, aquellos que defendían la consolidación del Rey Fernando VII de la casa de los Borbón que fue sustituida por el hermano de Napoleón, José Bonaparte apodado “Pepe Botellas”, aunque está bien decirlo que paradójicamente no bebía.
Estos acontecimientos provocaron que en todo el país se organizara una resistencia con tropas regulares y guerrillas, con la participación además de algunos españoles de “ultramar” como se los conocía a los nacidos en América, entre ellos José de San Martín quien lideró después las campañas de liberación de Chile y Perú.
Esta crisis monárquica, provocó que en diferentes poblaciones de España se organizaran “Juntas” para llenar el vacío de poder y además de ser fieles defensores de los derechos de Fernando VII, como “juntas por los derechos del Rey”. El príncipe de Asturias debía ocupar el trono en lugar del hermano de Napoleón. Se organizó una junta central en Cádiz que desarrolló una labor de difusión en las provincias interiores de la península incluyendo América.
Se desarrollaron una serie de enfrentamientos en toda España, promoviendo la derrota en Bailén en julio de 1808, donde capituló el ejército francés, siendo una seguidilla de derrotas que incluía también la pérdida de la ocupación de Portugal.
La ayuda de los ingleses fue muy eficaz, obligó a retirar a todas las tropas francesas de la península y la consolidación de la Junta de Cádiz que promovió importantes reformas para España, incluyendo a los españoles de “ultramar”, redactando una constitución liberal muy avanzada en la época, que reconocía como ciudadanos o súbditos de España a los nacidos en las colonias americanas. Con la derrota de los franceses, Napoleón permitió la restitución del trono a favor de la familia de Borbón luego que su hermano José huyera a los Estados Unidos llevándose consigo las joyas de la corona que le permitió vivir holgadamente en aquel país.
La constitución de 1812, marcó un hito histórico importante, fue la primera vez que se incluía principios liberales de inspiración francesa en un documento en España, entre ellos el carácter unitario de la Nación promoviendo la elección de representantes en base a setenta mil habitantes, incluyendo las posesiones en Ultramar. La Junta Suprema de España y las Indias confirió la misión al arequipeño José Manuel de Goyeneche que solicitara la adhesión de América a esta junta que se consideraba la única “suprema” o con derechos sobre las demás.
El trono fue devuelto a Fernando VII en 1814, conocido con el nombre de “deseado” pues las juntas se conformaron para promover su posesión en el trono de España. Lamentablemente el rey que pudo tener la oportunidad de mantener una situación de unidad en todas sus posesiones, abolió esta constitución y restituyó la situación antes de 1808, provocando enfrentamiento entre aquellos que defendían el absolutismo y quienes pretendían la vigencia de la constitución de 1812.
Esta situación tuvo efectos importantes en América porque facilitó la emancipación de las distintas naciones comenzando con la emancipación de Venezuela en 1811 para luego capitular en 1812. Argentina comenzó en 1816, 1818 en Chile, 1819 Colombia, 1821 Perú, 1822 Ecuador, 1823 la confederación de Estados en Centroamérica y en 1824 con la constitución de la República Federal de México.
Los acontecimientos demasiado represivos concluyeron con la constitución de un trienio de carácter liberal entre 1820 a 1823, pese a que aún el rey tenía derecho a influir en las reformas estas no dieron el resultado adecuado. Con la Santa Alianza en Europa el Congreso de Verona autorizó en 1823 el ingreso de tropas de Francia a España para restituir los derechos de Fernando VII, que se sumía en la crisis política más importante de su historia y que de alguna manera contribuyó a la derrota de los ejércitos realistas en América.
El Rey Fernando VII murió en 1833 dejando a un país en medio de una crisis política y de sucesión dinástica que se resolvería violentamente años después quitando el sitial de potencia mantenida desde el siglo XVI.
Pasajes de la independencia de Bolivia
Inglaterra, perdió sus posesiones en América por la independencia de sus trece colonias en los Estados Unidos de Norteamérica, influido por los acontecimientos de Francia de 1789, provocó a que volcara su atención en otros ámbitos, aprovechó la crisis que existía en Europa en la Guerra iniciada entre España y Portugal. Inglaterra hostigaba al primero pues era importante para la guerra contra Francia. En este sentido invade las Islas Malvinas deportando a su autoridad española y posesionándose hasta la actualidad, lo que provocó la invasión a la capital del Virreinato en dos oportunidades, la primera en 1806 y la segunda en 1807.
Esta invasión fue rechazada por los porteños liderados por el Virrey Santiago de Liniers de ascendencia francesa, con la derrota de los ingleses y la rendición de Whitelocke; sin embargo en 1810 paradójicamente la Armada británica facilitó el respaldo de la Junta Gobernativa cuando el Cabildo destituyó al Virrey Cisneros además el ejército auxiliar de las provincias altas comandado por Juan José Castelli fusiló al defensor y ex virrey Liniers, considerado un héroe por haber rechazado estas invasiones
El 25 de mayo de 1810 el Cabildo se levanta ante las presuntas relaciones con Carlota Joaquina de Borbón en la intención de reconocerla como única sucesora de los derechos de la casa real sobre las posesiones de América, lo que promovió la constitución de una Junta Gubernativa que entre sus primeras medidas era retirar de las provincias altas a las tropas del Perú o del Virrey Abascal quien ejerció una posesión de facto con las ejecuciones en enero de 1810 a los líderes de la junta Tuitiva de La Paz.
Paralelamente, Francisco de Miranda que había participado en la Revolución Francesa y en la guerra de Norteamérica, en Londres fundó una logia masónica que pretendía consolidar una guerra de "emancipación” junto a liberales franceses interesando también a otros ciudadanos, particularmente irlandeses. En 1806 apoyado por algunos barcos ingleses en el año de 1806 tomó algunas ciudades en Venezuela logrando el 7 de julio de 1811 que la Junta de Caracas declare la independencia de Venezuela durando solo hasta 1812, luego que las tropas españolas hayan cercado el país obligando a capitular y restituir la estructura de la península en Venezuela. Francisco de Miranda, falleció preso en San Fernando en Cádiz en 1813.
Producto de la paz entre Portugal y España la hija de Carlos IV, hermana del Príncipe de Asturias futuro Rey de España Fernando VII, Carlota Joaquina de Borbón contrajo matrimonio con el príncipe regente de Portugal futuro rey Juan VI, quienes abandonaron su país para instalar la Corte en Rio de Janeiro, fue la primera vez que una casa Real de Europa instalaba su Corte y gobernaba desde las colonias en América.
Por la crisis que enfrentaba España por la prisión en Bayona de su padre y su hermano, Carlota consideraba que era la única con el derecho sobre el trono de España, aunque en ese momento se encontraba José Bonaparte como soberano, entendió que podía reclamar el trono de las colonias de España en América. En tal sentido, el enviado de la Junta de Sevilla José Manuel de Goyeneche se entrevistó con la princesa Carlota quien le encomendó solicitara la adhesión de Charcas para su reinado.
En Buenos Aires, Liniers abrió el puerto a la corte de Portugal porque consideró que era un país neutral en la guerra entre España y Francia y había sido víctima de las invasiones napoleónicas. En aquel tiempo, ya se habían formado dos partidos importantes: el fernandista que apoyaba los derechos del Rey Fernando VII y el “carlotista” que reconocía los derechos de Carlota Joaquina de Borbón como soberana.
El Virreinato se había creado en 1776, la cantidad de habitantes de esta región no sobrepasaba del millón de habitantes y el grueso se encontraba en la Audiencia de Charcas que había dejado de pertenecer al Virreinato del Perú, lo que ocasionó un terrible golpe económico por las recaudaciones en las Cajas Reales y tributos además que el puerto del Callao dejaría de ser el puerto de tránsito a las ricas provincias interiores, el puerto de Buenos Aires se consolidaba en una pujante puerta de entrada. Lo sucedido en el Alto Perú el año de 1809 y la presencia de las tropas del Virreinato del Perú provocó que se organizaran fuerzas para recuperar nuevamente a su jurisdicción. Charcas había denunciado a la capital del Virreinato la presencia arbitraria de las tropas del Perú.
La capital de Buenos Aires, también debatía entre aquellos partidos “fernandista” y “carlotista”, situación que años después recién se aclararía y consolidaría la Independencia de estas provincias bajo la nominación “Argentina” en el año de 1816 incluyendo a las provincias del Alto Perú, que en aquel tiempo se encontraban bajo la posesión del ejército del Virreinato del Perú.
Batallas por la independencia de Bolivia
El comandante del segundo ejército auxiliar Manuel Belgrano quien fuera parte del movimiento del 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, era promotor de un absolutismo americano que pretendía colocar a Francisco de Paula de Borbón el otro hijo de Carlos IV como soberano de las provincias unidas del Río de La Plata o de Buenos Aires. No en vano se puede colegir que la bandera ostentada por Belgrano en su incursión a las provincias altas o Alto Perú haya sido la bandera celeste y blanco, que casualmente son los mismos colores de la bandera de la casa Real de los Borbón, asumiendo una pretensión monárquica que por los acontecimientos cambio de rumbo pero se consolidó en la bandera oficial Argentina y que paradójicamente la primera se encuentra en el Museo de la Libertad de Sucre conocida inadecuadamente como la “Bandera de Macha”.
La incursión de los tres ejércitos auxiliares argentinos en el Alto Perú con resultados muy nefastos para los habitantes, provocó que se genere un “nacionalismo” altoperuano reflejado en la carta dirigida por Manuel Ascencio de Padilla al último Comandante de este Ejército argentino General José Rondeau.
El Perú luego de la “pérdida” del Alto Perú a favor del nuevo Virreinato del Río de La Plata no renunció a su posesión por la riqueza que representaba la actividad minera y comercial por el alto consumo de las provincias de Charcas.
El Perú era gobernado por el Virrey José Fernando de Abascal considerado como absolutista recalcitrante, entendió que las juntas formadas en España no eran otra cosa más que una excusa del liberalismo francés para constituir una República en España dejando de lado la presencia del Rey como figura principal del gobierno español.
El Virrey Abascal cayó bajo la intriga de Goyeneche para solicitar la intervención de La Paz y destruir las aspiraciones “Juntistas” de La Paz bajo el amparo de su nombramiento como intendente del Cuzco. El Virrey Abascal envió a José Vicente Nieto como presidente de la Real Audiencia de Charcas en sustitución de Ramón García Pizarro, quien fuera presidente de la Audiencia en el conflicto del veinticinco de mayo de 1809. La posición del Virrey Cisneros completamente sumida en la debilidad de su cargo posibilitó la anexión del territorio de la Audiencia nuevamente al Perú sin que haya mediado reclamo alguno de parte del Virreinato del Río de la Plata.
En Chuquisaca el 25 de mayo, se produjo el enfrentamiento de los partidos “fernandistas” y “carlotistas” por la doble misión traída por José Manuel de Goyeneche quien había sido enviado por la Junta Suprema de Sevilla que solicitó el apoyo de las colonias a la causa de España y por otra la misión de solicitar la adhesión a favor de Carlota como soberana del Virreinato del Rio de la Plata como única por derecho sucesorio. El 16 de julio de 1809, la Junta Tuitiva que, de acuerdo a nuevos esclarecimientos, la divisa del movimiento de La Paz era: “por le religión, la patria y el Rey, morir o vencer” pues su intención fue defender frente a las injustas pretensiones de la princesa Carlota, reconociendo así su posición eminentemente “fernandista” de este movimiento, como ocurrió en Chuquisaca dos meses antes.
En el Alto Perú, lo sucedido en 1810, es un respaldo a la Junta Gobernativa de Buenos Aires frente a la presencia militar del Virreinato del Perú y su anexión a la antigua jurisdicción de este virreinato despojando al Virreinato del Rio de La Plata de este importante y rico territorio además de la posición de José Vicente Nieto, el Gobernador Francisco de Paula Sanz quienes se pusieron bajo la protección del Virrey Abascal; lo que provocó que se consolide como el botín entre Lima y Buenos Aires por las recaudaciones y riqueza que cobijaba en sus importantes ciudades.
Esto se confirma con la adhesión a la Junta de Buenos Aires de Cochabamba el 14 de septiembre, el 10 de noviembre en Potosí, 12 de noviembre en Chuquisaca, 16 de noviembre en La Paz y recién el 18 de noviembre en Oruro. Estas últimas motivadas por la presencia del Ejército de Castelli en el Alto Perú. Santa Cruz se adhiere a Buenos Aires el 27 de mayo de 1811 y no el 24 de septiembre de 1810 como tradicionalmente se entiende. Esta actitud demuestra una lealtad a la jurisdicción del Río de la Plata que duraría hasta el final de la guerra de independencia como demuestra el Diario de José Santos Vargas.
CONCLUSIONES
A partir de 1809 lo sucedido en Chuquisaca y La Paz no fue un inicio de un proceso emancipador, la “Patria” estaba en peligro por la presencia de las tropas francesas que atentaban a la seguridad de toda la posesión de España en América, más aún de lo conocido con las invasiones Inglesas en Buenos Aires.
El papel desempeñado por José Manuel de Goyoneche no fue muy claro, inicialmente vino con una misión de la Junta Suprema de Sevilla para pedir adhesión de las colonias, sin embargo, la misión encomendada por Carlota echó por tierra la primera y algunos historiadores reconocen una tercera misión aun no esclarecida presumiendo pretensiones Napoleónicas.
La constitución de Juntas no tenía otro elemento más que el reivindicar los derechos del Rey “deseado” Fernando VII, luego de su prisión en Bayona; y la abdicación de su padre Carlos IV y la presencia de un rey francés José Bonaparte.
Las Juntas para el Virrey Abascal no tenían el respaldo legal y se creía con el suficiente derecho para establecer represiones militares en aquellas donde se levantaban estas juntas imponiendo autoridades que respondan al interés del Virreinato.
Siguiendo la reflexión del finado historiador José Luis Roca debemos establecer que en este tiempo es inapropiado el uso de los términos “patriota” y “realista”; en estos primeros años, sucedió una guerra entre limeños o peruanos contra los Porteños o Rioplatenses, estos términos se consolidaron por la historiografía posterior, aunque el término “Patria” se asemeja más al lugar de origen que un sentido de soberanía o de ideal de Estado.
La idea de independencia o de emancipación recién se consolidó a partir de 1812 por dos factores importantes: la infructuosa independencia de Venezuela de 1811 y su capitulación en 1812 y la anulación de la Constitución de Cádiz por el soberano Fernando VII que reconocía la misma consideración legal de los nacidos en América que aquellos de la península, por lo que se sumió en un proceso de “Guerra de Independencia” a partir de aquel año para consolidar una emancipación años posteriores en diferentes estados de América.
Consideramos oportuno, a partir de este análisis comprender el difícil proceso de independencia que sumió en tediosos debates de los representantes de las cuatro provincias en Chuquisaca, para decidir si pertenecer a Perú o Argentina, llegando a la conclusión que lo mejor era constituir un nuevo estado: la República de Bolivia.