77 años de la Fraternidad
“Pijes” y “mañazos” en la comparsa de diablos en 1943
Maurice Cazorla Murillo
EL FULGOR.com
ORURO
Este año tocó vivir un Carnaval diferente con la suspensión de actividades producto de la pandemia, debiendo desarrollarse evitando la aglomeración de personas. Por estas fechas también se rememora la fundación de uno de los conjuntos más interesantes del Carnaval de Oruro, es el caso de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada que cumple setenta y siete años de fundación.
Para ello es necesario comentar los antecedentes que dieron lugar a este conjunto y que cambiaron para siempre la estructura misma del Carnaval de Oruro.
En los primeros años de la década de los cuarenta, algunos jóvenes aburguesados por un afán de aparente diversión se acercaron al lugar donde estaban los diablos que pertenecían al gremio de los “mañazos”, el personaje que los recibió fue Pedro Pablo Corrales, quien les dijo que si querían bailar lo hagan como otros, al último de la fila y así lo hicieron.
Fue el sábado de Entrada de 1942, algunos comentarios de la gente decían que algunos “pijes” entrarían en la comparsa famosa de diablos, volcaron su atención en el recorrido de estos personajes, encabezados por su pasante Miguel Mamani. En ese tiempo el Carnaval no difería de otras fiestas, que se iniciaban el domingo de Carnaval, se organizaban comparsas, carrozas cuya temática era de acuerdo al contexto de ese tiempo.
En la noche se organizaban bailes en los salones del famoso Hotel Edén, con lo más selecto y fino de la guardarropía, por lo que estaba reservado de manera exclusiva a un grupo social determinado. En cambio, el sábado, sólo se tenia la presencia de comparsas de “bailes populares” como se registraba en algún periódico local, refiriéndose a los diablos, morenos, incas, kullawas y otros.
Estos pasaban por algunas calles y la Plaza Principal 10 de Febrero ante la indiferencia de los ocasionales transeúntes.
La expectativa causada el año anterior, motivó a que en 1943 ingresen otros jovenzuelos a la comparsa, alguno de ellos inclusive al no encontrar traje de diablo, prefirió utilizar el traje de “diabla” o como se la conoce hoy de “china supay”. Muchas damitas enfocaron su atención a estos “diablos” que integraban el conjunto de los “mañazos” o la comparsa de diablos. Hasta ese año, estos pasaban acompañando la caravana de acémilas que llevaba los cargamentos de plata del pasante. La expectativa fue mayor, ante la censura de los caballeros de borsalino y las damas copetudas acostumbrados a las fiestas sociales en el Edén.
Primer Carnaval de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada en 1945
Ese año, luego de la entrada del día sábado, algunos de estos “pijes” cansados por la sed, decidieron acudir al Hotel Edén donde estaban acostumbrados a compartir con sus amistades; así ataviados con sus trajes de diablos se acercaron a las puertas, pero tuvieron que enfrentarse a la negativa del administrador que no quería tener problemas con estos personajes.
Los llevó a otro lado y al sacarse la careta los reconoció como asiduos clientes, ingresaron al salón ante la mirada despectiva de los asistentes y no solo consumieron alguna bebida, sino que motivaron a la orquesta a que puedan tocar la melodía de la diablada que fue acompañada por los asistentes.
Al constituirse estos elementos en la comparsa, recibieron una invitación para enaltecer las fiestas julianas de La Paz en 1944, en este tiempo se involucraron por primera vez autoridades municipales y ofrecieron su gestión ante la Bolivia Railway Co. para el transporte de la delegación diablesca a la ciudad del Norte.
La expectativa fue tan grande que llenó el antiguo estadio de La Paz con miles de almas. El presidente Gualberto Villarroel entregó a la delegación el producto de toda la recaudación, la misma que fue objeto de pugnas entre algunos que querían destinar el dinero para la compra de una sede y otros que querían que se repartiera por igual a los componentes. Como en nuestra tierra, el problema de dinero divide instituciones, decidieron conformar otro conjunto, pero esta vez llamándolo Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, fue la primera vez que se utilizaba el término “Fraternidad”, y es tomado en otras festividades patronales para distinguir a los conjuntos folklóricos, sin conocer este antecedente histórico.
Por las pugnas que se dieron aquel año, decidieron unir a todos bajo un sentimiento de hermandad.
El Carnaval de 1945 fue el primero de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada y también fue la primera vez que se vio en aquella entrada dos diabladas, cambiando para siempre la historia del Carnaval de Oruro. Toda una gran expectativa se generó en la avenida cívica, hasta un cronista del periódico Noticias estaba presente para registrar el acontecimiento del que todos esperaban termine en pugilato, sin embargo, la comparsa de Diablos de los “Mañazos” y la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada subieron por la calle Junín y Adolfo Mier por separado, pero luego a la salida del Santuario, se confundieron en un solo abrazo, sellando para siempre la relación con sus antecesores los diablos “Mañazos”.
La “Frater” celebra 77 años de vida institucional
La historia posterior de la Diablada a partir de la Fraternidad, cambió para siempre la tradición de los trajes, la danza, la coreografía, etc. El año 1946, las esposas, hermanas, hijas de los Fraternos organizaron la primera cofradía de la Virgen del Socavón, que ahora casi todos los conjuntos tienen. Esto permitió la incursión de la mujer en un conjunto folklórico, aunque sea en este espacio, años después la participación será activa en los diferentes estamentos dejando los prejuicios patriarcales de la danza.
En la década de los años cincuenta la Diablada viaja a Chile, específicamente a Iquique, generando mucha expectativa, pero también influyendo en la estructura de la danza de diablos en el poblado de la Tirana que a partir de aquel año cambian su traje para parecerse a los diablos de Oruro, lo mismo pasa con la visita al Perú en las localidades de Puno, Ayaviri, Juliaca y Cuzco, del cual generó inusitada expectativa y los diablos especialmente de Puno, nunca más volvieron a ser los mismos, para parecerse a la figura influyente del diablo de Oruro.
Estos son los antecedentes de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, que su septuagésimo séptimo aniversario consolida su historia en innovaciones, aportes a la cultura pero ante todo, permite constituir el hito histórico en el Carnaval de Oruro, dejando de ser una fiesta enteramente gremial a involucrar a toda la ciudad, actualmente con devotos de diferentes partes del país y también del exterior.
Nuestro homenaje a aquellos primigenios jóvenes que quisieron ser parte de la Diablada y lograron hacerlo, sin imaginarse que esto cambiaria para siempre el Carnaval de Oruro y la devoción a Nuestra Señora del Socavón.
