Desde las cumbres andinas hasta las profundidades de la Amazonía, los ríos de Bolivia se convierten en protagonistas de una travesía que une pasado, presente y futuro. La expedición Pipilintu (mariposa en aymara), que tras zarpar desde Guanay recorrió aproximadamente 210 kilómetros por los ríos Mapiri y Kaká, arribó a Rurrenabaque, desde donde este 22 de julio se reanudó el viaje rumbo a Riberalta y llegar a Cachuela Esperanza.
La ruta contempla una expedición nacional de más de 1.200 km. a bordo de una balsa de totora construida artesanalmente en Huatajata. Fabien Gallier, Erwan Rolland, Thomas Merzlic y Benjamin Vaysse; cuatro navegantes franceses cautivados por la cultura ancestral y la majestuosidad de ríos bolivianos, decidieron rendir homenaje al Bicentenario con una hazaña sin precedentes; recorrer 3.600 km. a remo y vela, desde Guanay hasta el Océano Atlántico.
Detrás de cada metro recorrido está la presencia firme de la Armada Boliviana, que acompaña la travesía desde su inicio el 14 de julio. No solo brinda apoyo logístico y seguridad en una cuenca alta llena de desafíos naturales, sino que también ofrece conocimientos clave para la navegación, el mantenimiento de la embarcación y la recopilación de datos ambientales valiosos para el País.
Esta participación activa no solo protege a los expedicionarios, sino que fortalece la identidad fluvial, la cultura naval y proyecta a Bolivia como una nación profundamente conectada con sus ríos, reafirmando el compromiso de la Armada Boliviana con la soberanía, integración territorial y defensa de las rutas ancestrales.
El reciente zarpe desde Rurrenabaque hacia Riberalta marca el inicio de los 845 km. finales en territorio boliviano, cerrando una etapa nacional de más de 1.200 km. en la que la Armada Boliviana ha sido guía, guardiana e inspiración, travesía internacional que proyecta con orgullo la cultura acuática más allá de las fronteras, posicionando a Bolivia como un País con una herencia fluvial viva y poderosa. La Pipilintu no solo navega hacia el Amazonas, sino también hacia el corazón de todos los bolivianos, llevando con ella el espíritu de nuestras aguas, nuestra historia, y el firme respaldo institucional de la Armada Boliviana.