Dos de los tres policías heridos, golpeados brutalmente por emboscadores en el municipio de Villa Tunari
En el marco de la operación de interdicción “Sol Naciente”, la madrugada de este miércoles dos patrullas de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (UMOPAR), incursionaron una zona del municipio de Villa Tunari para desmantelar factorías de cocaína, pero fueron emboscadas por quienes están presuntamente al servicio de las actividades ilícitas.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, junto al subdirector general de la FELCN, Cnl. Juan José Torrico, en conferencia de prensa, denunciaron este hecho calificado de extremadamente grave, porque golpearon a efectivos y dañaron tres vehículos antidroga.
“Estos servidores públicos estaban cumpliendo órdenes legales, en defensa de la ley y la salud de las comunidades, a sus familias, sus unidades, quiero decirles, no están solos, el Estado los respalda, quien ataca a la Policía acata a la República, la constitución y a cada familia boliviana que quiere vivir en paz”, dijo el viceministro.
Detalló que dos patrullas de UMOPAR fueron emboscadas por aproximadamente dos horas, entre tanto, se procedía con la destrucción de diez fabricas móviles de cocaína, precursores químicos e insumos en el Sindicato Nuevo Aroma.
La emboscaba, manifestó, no fue espontanea ni social, sino fue organizada y financiada, las evidencias son contundentes y lo demuestran así, porque al percatarse de la presencia policial, los implicados por WhatSapp ofrecían compensación económica a comunarios para bloquear los accesos y atacar a los uniformados para evitar el desmantelamiento de las fábricas.
Para la autoridad, “cuando se ofrece dinero a los comunarios para proteger a una fábrica de droga, no estamos ante una protesta social, estamos ante el crimen organizado”.
Advirtió que “el Estado no permitirá que las familias campesinas sean utilizadas como escudo humano, por estructuras criminales que lucran con la violencia, el daño ambiental y la corrupción territorial”.
En la conferencia se difundió un audio, donde los implicados con las factorías de cocaína, en el idioma nativo del quechua, convocaban: “compañeros ayúdenme a bloquear de mi puesto, todo se lo están sacando los perros (policías), ley voy a pagar bloqueen”.
En la emboscada, los efectivos fueron agredidos físicamente con piedras y objetos contundentes como explosivos, machetes y otros causando tres policías heridos, con lesiones en las extremidades superiores e inferiores, tres vehículos dañados en su estructura los parabrisas y vidrios laterales quebrados.
Por tanto, hay siete aprehendidos, tres vehículos incautados y dos motocicletas que serán remitidos al Ministerio Público para la continuidad de la investigación.
Aseguró que se aplicó los protocoles para controlar disturbios, por ello, se emplearon agentes químicos para proteger la vida de los uniformados, evitar una escalada de violencia, evacuar a los heridos y asegurar el cumplimiento de la misión.
Es importante remarcar una diferencia profunda, dijo, “una cosa es la comunidad campesina que trabaja la tierra, que merece apoyo, inversión, caminos, salud y oportunidades, otra cosa muy distinta es la estructura que compra voluntades, que infiltra territorios y utiliza esa comunidad pobre como fuerza de choque para defender laboratorios de droga”.
Reiteró que hubo pago en coordinación para movilizar a los comunarios contra la Policía, “eso no es lucha social, eso es instrumentalización y degradación de la vida comunitaria, nuestro trabajo está orientado a proteger a la comunidad y desmontar el poder criminal que opera en ella”, enfatizó.
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